En el marco del cierre del Mes de la Solidaridad, el cuerpo docente de enseñanza básica y media del Instituto San Pablo Misionero (ISPM) se reunió en una jornada de profunda reflexión para fortalecer el pilar solidario que define nuestro proyecto educativo.
Como un gesto de culminación a un mes dedicado a vivir y reflexionar sobre la solidaridad, el colegio organizó un significativo encuentro para sus educadores. La jornada tuvo como objetivo principal profundizar en el sello identitario del ISPM, conectándolo con los inspiradores llamados a la fraternidad y la “convivencia común”.
El punto de partida fue un análisis del mensaje del Papa León XIV para el mes de agosto, en el que subraya la necesidad de abogar por una sociedad más justa a través de gestos concretos de fraternidad. Este llamado resonó fuertemente en la comunidad docente, sirviendo como un marco para el diálogo y el trabajo posterior.
En este contexto, los profesores se organizaron en grupos para llevar a cabo una labor colaborativa y enriquecedora. En una primera instancia, compartieron y reconocieron las múltiples experiencias y gestos de solidaridad que ya se viven a diario en el ISPM, a través del texto Centinelas de la Misericordia, y de la Paz. Un manifiesto elaborado por la Fundación San Pablo Misionero. El desafío planteado fue claro: Desde nuestras realidades, ¿cómo podemos visibilizar mejor estas acciones para que se transformen en un signo vivo y palpable de nuestra identidad como colegio?
Posteriormente, la reflexión se trasladó al corazón del quehacer pedagógico. Los equipos docentes dialogaron sobre maneras innovadoras de traducir el valor de la solidaridad en experiencias de aprendizaje concretas dentro de sus asignaturas y proyectos de curso. El objetivo es que los estudiantes no solo escuchen sobre la solidaridad como un concepto, sino que la experimenten y la vivan como una práctica cotidiana y transversal en su formación.
Finalmente, la jornada concluyó con una mirada hacia el futuro. Los docentes proyectaron nuevos gestos y dialogaron sobre iniciativas concretas que la comunidad educativa podría impulsar en el corto y mediano plazo, reafirmando su compromiso de ser agentes activos en la promoción de una sociedad más humana y fraterna.
Este encuentro no solo cierra un mes de actividades, sino que abre nuevas puertas para seguir construyendo, desde la sala de clases y en cada espacio del colegio, una cultura de la solidaridad que selle el espíritu del Instituto San Pablo Misionero.